La creciente interconexión de todo con todo está cambiando nuestra forma de vivir, trabajar y hacer negocios. La convergencia de diferentes áreas da lugar a nuevos productos, servicios y modelos de negocio. La interacción entre los sistemas integrados, los dispositivos móviles, los dispositivos de borde, las pasarelas y los sistemas en la nube contribuye a que surjan muy diversas relaciones de comunicación.
La conexión en red de diferentes dispositivos y sistemas suele entrañar una complejidad adicional. El número de interfaces (de comunicación) está creciendo enormemente. Además, suele haber diversos conceptos de solución para la implementación del caso práctico correspondiente. Es importante tener presente esta diversidad desde el principio.
Rara vez se desarrollan todos los componentes de software de un sistema internamente. Por lo general, lo que se hace es más bien integrar muchos componentes de software individuales (controladores, estructuras, bibliotecas, etc.) en un sistema global. Para ello es esencial tener en cuenta la cuestión de la seguridad y los conceptos correspondientes desde el principio.
En los sistemas de (I)IoT, la lógica de la aplicación ya no suele ejecutarse de forma centralizada en un dispositivo. Se implementa de forma distribuida, en varias unidades de la infraestructura correspondiente. Esto debe interiorizarse centrándose en el caso empresarial correspondiente.
Añadir una interfaz de comunicación a un producto que ya está en el mercado o conectarlo a una nube y/o a una aplicación móvil es un escenario especial. El objetivo aquí puede ser implementar los nuevos casos prácticos con el menor número posible de adaptaciones en el producto original.
Con frecuencia, son las cosas pequeñas las que marcan la diferencia. Esto es aplicable a muchos ámbitos de la vida… y también al mundo técnico del (I)IoT. Los dispositivos pequeños equipados con sensores y tecnología de comunicación para la implementación de los respectivos casos prácticos suelen ser un componente central de los sistemas de IoT.
Llevamos desarrollando software para dispositivos integrados desde el día de nuestra fundación. Ya sea una implementación “bare metal” basada en hardware o una basada en un sistema operativo (en tiempo real). El Internet (industrial) de las cosas es exactamente lo nuestro.
La implementación de los correspondientes protocolos de comunicación y pilas tecnológicas en los productos de nuestros clientes es algo habitual para nosotros.
También dominamos las potentes API de varios proveedores de nubes. Lleve su producto a la nube con nosotros.
Una base de software sólida constituye los cimientos de un sistema estable. La selección de los sistemas operativos (en tiempo real), estructuras, middleware, pilas de protocolo o controladores de dispositivos adecuados suele hacerse de forma específica para el caso concreto y el cliente. Benefíciese de nuestra experiencia.
Además de las funcionalidades básicas de un sistema, las cuestiones relacionadas con la gestión de los dispositivos, como el aprovisionamiento, el diagnóstico remoto o las actualizaciones inalámbricas, son de gran importancia.
Al haber acompañado a nuestros clientes en numerosos lanzamientos de productos, conocemos bien los retos que se plantean.